"Deben haber matado a dos o tres", el mensaje de una vecina que escuchó tiros la noche de la masacre

Una profesora de educación primaria que vivía en la zona aledaña a la que se produjo la denominada "Masacre de Monte", en la que cuatro chicos murieron tras una persecución policial y un choque en mayo de 2019, afirmó hoy que escuchó "cuatro o cinco detonaciones" la noche de los hechos, por lo que le mandó un mensaje a su marido suponiendo que habían "matado a dos o tres" y pidiéndole que un patrullero fuera a su casa.


"Los perros están enloquecidos. Deben haber matado a dos o tres. Si podés manda una patrulla que dé una vuelta", le envió María de las Mercedes Gogna a su marido Víctor Bearzotti la madrugada del 20 de mayo del 2019.


Dicho mensaje fue ratificado por Bearzotti y Gogna, quienes declararon esta mañana durante la tercera audiencia del juicio por jurados que comenzó pasadas las 10.20 y tiene como acusados al excapitán de la policía bonaerense Rubén Alberto García y a los oficiales Leandro Ecilape, Manuel Monreal y Mariano Ibañez.


Los cuatro policías llegan al debate detenidos como coautores de los homicidios de Danilo Sansone (13), Gonzalo Domínguez (14), Camila López (13) y Aníbal Suárez (22), y la tentativa de homicidio de Rocío Quagliarello (17).


En los tribunales de La Plata, ubicados en la calle 8, entre 56 y 57, la mujer contó que aquella noche escuchó entre "cuatro o cinco detonaciones" en las cercanías de su domicilio, en el barrio Montemar de San Miguel del Monte, y que le pidió a su esposo Víctor, quien se encontraba trabajando como remisero, que llame al 911 para que envíe una patrulla y recorra la zona de su casa. 


Unos minutos después, Gogna, a quien también la apodan "Marita", afirmó haber visto a dos vehículos policiales, una camioneta y un auto, "sin ninguna luz, ni afuera ni adentro", situación que le pareció sospechosa. 


"Me quedé atrás de la cortina porque no es la manera de que lleguen los policías. No saludaron y revisaron la zona. Poco después veo las balizas que llegan de otro patrullero. Cuando giro la cabeza, ese patrullero sí llevaba las luces reglamentarias, y comienzan a dialogar con los otros dos móviles que ya estaban y se dividen por distintas zonas", recordó con detalle "Marita", quien describió en varias ocasiones que la noche "era muy fría" y que el barrio "estaba muy oscuro". Recordó que dos horas más tarde, recibió en su casa a dos policías "muy nerviosos", que le preguntaron si había visto "un auto viejo", similar al Fiat 147 involucrado en la muerte de los cuatro adolescentes.


"La mujer policía que vino a mi casa temblaba mucho. El otro chico le armaba las oraciones. Me preguntaron si estaba sola. Cuatro años después me da miedo esa pregunta. Gracias a Dios mi hijo ese día no se levantó. Él era quien iba a revisar lo que pasaba en la calle cuando se escuchaba algún ruido o había una fogata prendida. Esa noche si mi hijo iba, no sé si hubiera vuelto... Ya todo me formula dudas", manifestó.


La audiencia continuará con los testimonios del chofer del camión Mercedez-Benz contra el cual chocó el Fiat 147 en el que viajaban las víctimas, como así también un perito de Gendarmería Nacional (GNA) y otros tres vecinos de la mencionada localidad de la provincia de Buenos Aires que se encontraban cerca del lugar de los hechos


El juicio se inició el lunes con la elección del jurado popular que dentro de una semana deberá definir si los policías imputados son culpables o no culpables de los delitos de "homicidio agravado por abuso de función como miembro de las fuerzas policiales calificado por el empleo de armas de fuego, y violación de los deberes de funcionario público".


En los lineamientos de la acusación, el fiscal de juicio Mariano Sibuet dijo que los policías imputados cometieron un "acto atroz", que actuaron de manera "inmotivada" y afirmó que las víctimas, "al verse rodeadas", vivieron momentos de "terror, angustia y miedo", por lo que le solicitó al jurado popular que "emitan un dictamen justo para hacer honor a la justicia".


La denominada "Masacre de San Miguel del Monte" ocurrió la madrugada del 20 de mayo de 2019, cuando efectivos de la comisaría local persiguieron a lo largo de la colectora de la ruta 3 a un Fiat 147 en el que viajaban cuatro adolescentes, tres de 13 años y uno de 14, junto a un joven de 22.


Los cinco chicos escuchaban música cuando los oficiales comenzaron a perseguirlos sin motivos y, de acuerdo a los registros de las cámaras de seguridad del municipio, a dispararles, ya que se observó a un efectivo en el lugar del acompañante de la patrulla, con medio cuerpo afuera y en actitud de disparo.


A raíz de ello, el auto en el que iban los jóvenes chocó contra un acoplado que estaba detenido en la ruta.










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