Familias de escuela de Palermo piden "reunión urgente" a Gobierno porteño por robos
Sociedad
Familias de la Escuela 9 DE 2 "Genaro Berón de Astrada", del barrio porteño de Palermo, reclamaron esta mañana una “reunión urgente” con las autoridades del Ministerio de Educación de la ciudad de Buenos Aires para reclamar mayor seguridad luego de que hace una semana sufrieran el robo de 185 computadoras y actos de vandalismo en el establecimiento.
Reunidos en el frente de la escuela ubicada en El Salvador 4037, entre Avenida Medrano y Francisco Acuña de Figueroa, las familias se declararon en “estado de asamblea permanente” y dijeron estar “muy preocupadas” por la situación que se vive en torno a los hechos delictivos en el establecimiento.
Diego Martínez Madrid, integrante de la comunidad educativa, fue el encargado de leer el petitorio que se presentará ante el ministerio que conduce Soledad Acuña, a quien también le reclaman una “reunión urgente”.
En el escrito, las familias piden la designación de un casero/a o sereno/a; la habilitación de un lugar seguro para el depósito de herramientas y materiales de valor y la reposición de las 185 computadoras sustraídas la semana pasada.
También pidieron un circuito de seguridad perimetral al establecimiento, la colocación de cámaras en las cuadras adyacentes a la escuela y la asignación de personal policial específico para custodiar el edificio durante la noche y fines de semana.
Además, las familias solicitaron el relevamiento de puntos inseguros y refuerzo de medidas de seguridad en el edificio; el cierre del ingreso al establecimiento por el Centro de Salud y Acción Comunitaria (CESAC) que está en la misma cuadra; y la designación de personal auxiliar faltante por jubilación.
Tras la lectura del petitorio y el aplauso masivo de todos los presentes, Martínez Madrid sostuvo que “si no se toman medidas concretas, la escuela va a seguir desprotegida durante el verano”.
Al ser consultado sobre los motivos de la inseguridad del establecimiento, el hombre enumeró que "las escuelas dejaron de tener caseros, como lo tuvieron históricamente, no hay mecanismos de seguridad y tampoco hay alarmas".
Minutos antes de comenzar la lectura, padres y madres de la escuela colgaron en la puerta carteles con frases como “El reclamo se hace mejor colectivamente” o “ Firmá el reclamo por seguridad, Asamblea de familias”.
Luciana Unzu, mamá de una niña que asiste a primer grado en esa institución, aseguró en diálogo con Télam: “No tenemos respuestas por eso nos autoconvocamos, hubo un robo hace poco más de dos meses de 70 computadoras y ahora nos encontramos con que habían robado 185 computadoras más”.
Asimismo, agregó que "rompieron cosas, estuvieron con mucho tiempo, había alcohol tirado, el gas abierto y también robaron cajas de leche; todo muy violento”.
Además, la mujer sostuvo que los alumnos y alumnas “escribieron cartelitos, están tristes, es raro porque ésta es como su segunda casa”.
“Los chicos y las chicas se sintieron muy tristes ese día pero por suerte hubo una comunidad muy activa y entre todos pudimos organizar un discurso para los chicos”, explicó Luis Klejzer, papá de Eloisa, de primer grado.
Dijo que cuando sucedió el primer robo todavía tenían diálogo con el Gobierno de la Ciudad, pero con el nuevo hecho se dieron cuenta que “no hay ningún tipo de diálogo, como comunidad de padres y madres junto a las autoridades de la escuela sentimos que el diálogo con el gobierno está cortado”.
Klejzer enfatizó que “pedimos un diálogo, que escuchen los que nos está pasando porque no es la única escuela, tenemos la esperanza de que el año que viene ésta y las demás escuelas sean sitios seguros”.
Reunidos en el frente de la escuela ubicada en El Salvador 4037, entre Avenida Medrano y Francisco Acuña de Figueroa, las familias se declararon en “estado de asamblea permanente” y dijeron estar “muy preocupadas” por la situación que se vive en torno a los hechos delictivos en el establecimiento.
Diego Martínez Madrid, integrante de la comunidad educativa, fue el encargado de leer el petitorio que se presentará ante el ministerio que conduce Soledad Acuña, a quien también le reclaman una “reunión urgente”.
En el escrito, las familias piden la designación de un casero/a o sereno/a; la habilitación de un lugar seguro para el depósito de herramientas y materiales de valor y la reposición de las 185 computadoras sustraídas la semana pasada.
También pidieron un circuito de seguridad perimetral al establecimiento, la colocación de cámaras en las cuadras adyacentes a la escuela y la asignación de personal policial específico para custodiar el edificio durante la noche y fines de semana.
Además, las familias solicitaron el relevamiento de puntos inseguros y refuerzo de medidas de seguridad en el edificio; el cierre del ingreso al establecimiento por el Centro de Salud y Acción Comunitaria (CESAC) que está en la misma cuadra; y la designación de personal auxiliar faltante por jubilación.
Tras la lectura del petitorio y el aplauso masivo de todos los presentes, Martínez Madrid sostuvo que “si no se toman medidas concretas, la escuela va a seguir desprotegida durante el verano”.
Al ser consultado sobre los motivos de la inseguridad del establecimiento, el hombre enumeró que "las escuelas dejaron de tener caseros, como lo tuvieron históricamente, no hay mecanismos de seguridad y tampoco hay alarmas".
Minutos antes de comenzar la lectura, padres y madres de la escuela colgaron en la puerta carteles con frases como “El reclamo se hace mejor colectivamente” o “ Firmá el reclamo por seguridad, Asamblea de familias”.
Luciana Unzu, mamá de una niña que asiste a primer grado en esa institución, aseguró en diálogo con Télam: “No tenemos respuestas por eso nos autoconvocamos, hubo un robo hace poco más de dos meses de 70 computadoras y ahora nos encontramos con que habían robado 185 computadoras más”.
Asimismo, agregó que "rompieron cosas, estuvieron con mucho tiempo, había alcohol tirado, el gas abierto y también robaron cajas de leche; todo muy violento”.
Además, la mujer sostuvo que los alumnos y alumnas “escribieron cartelitos, están tristes, es raro porque ésta es como su segunda casa”.
“Los chicos y las chicas se sintieron muy tristes ese día pero por suerte hubo una comunidad muy activa y entre todos pudimos organizar un discurso para los chicos”, explicó Luis Klejzer, papá de Eloisa, de primer grado.
Dijo que cuando sucedió el primer robo todavía tenían diálogo con el Gobierno de la Ciudad, pero con el nuevo hecho se dieron cuenta que “no hay ningún tipo de diálogo, como comunidad de padres y madres junto a las autoridades de la escuela sentimos que el diálogo con el gobierno está cortado”.
Klejzer enfatizó que “pedimos un diálogo, que escuchen los que nos está pasando porque no es la única escuela, tenemos la esperanza de que el año que viene ésta y las demás escuelas sean sitios seguros”.
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