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A una semana del 8M: El desafío de la equidad laboral en Argentina

El ámbito laboral en Argentina continúa reflejando disparidades de género significativas. A pocos días del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, surge un panorama preocupante: el 65% de los trabajadores del país tiene un jefe hombre, lo que evidencia que las políticas de equidad aplicadas por el 55% de los empleadores no han sido suficientes para garantizar la igualdad en posiciones de liderazgo.

Un análisis de la inequidad

La igualdad de oportunidades en los puestos jerárquicos sigue siendo un desafío. Sólo el 35% de los trabajadores tiene una jefa mujer, y apenas el 57% de los encuestados opina que su empleador cuenta con una representación equitativa entre hombres y mujeres en puestos de decisión. La brecha es aún más pronunciada en los niveles de mayor jerarquía: únicamente el 35% de los puestos de CEO o Gerente General están ocupados por mujeres.

Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina, Chile y Uruguay, advierte: “Aunque las organizaciones han avanzado en políticas de equidad, persisten barreras estructurales que dificultan el acceso de las mujeres a posiciones de liderazgo. Este cambio no solo demanda normativas, sino también una transformación cultural profunda para abordar esta problemática desde sus raíces”.

La percepción de los trabajadores

El último estudio de Randstad revela una paradoja: el 94% de los trabajadores argentinos prefiere formar parte de equipos diversos en términos de género, y el 92% valora que las empresas promuevan políticas que incentiven la diversidad. Incluso, el 85% de los encuestados coincide en que los equipos diversos alcanzan mejores resultados.

Pese a este reconocimiento, persisten deudas pendientes. Solo el 65% de los trabajadores confía en que sus empleadores aseguran igualdad salarial para hombres y mujeres en roles equivalentes. Asimismo, apenas un 61% cree que existen iguales oportunidades de ascenso para ambos géneros, lo que resalta que cerca de un tercio considera que aún no se ha alcanzado la equidad.

En cuanto a las preferencias sobre el género de sus líderes, un 89% de los encuestados afirma que le resulta indistinto, mientras que un 6% prefiere tener un jefe hombre y sólo un 5% se inclina por tener una jefa mujer. Estas cifras evidencian una desconexión entre las aspiraciones de los empleados y la realidad del mercado laboral, donde predominan los hombres en roles de liderazgo.

Los desafíos culturales y estructurales

La desigualdad laboral femenina está influenciada por múltiples factores, entre ellos, los mandatos culturales que siguen asignando a las mujeres roles prioritarios en el ámbito del cuidado familiar y del hogar. Además, la falta de métricas claras sobre equidad en muchas empresas perpetúa una percepción errónea de igualdad.

Ávila señala que las compañías muchas veces desconocen su situación real en términos de género. “A través de indicadores de diversidad y equidad, buscamos que las organizaciones tengan herramientas para mejorar sus prácticas y avanzar hacia un mercado laboral más inclusivo en todos los niveles jerárquicos”, explica.

Cada 8 de marzo, la conmemoración del Día Internacional de la Mujer nos recuerda los retos pendientes en materia de equidad laboral. Si bien se han producido pequeños avances en los últimos años, queda un largo camino por recorrer. Las acciones no deben limitarse a la implementación de políticas de igualdad, sino que deben enfocarse en un cambio cultural integral que transforme las barreras estructurales e impulse la diversidad como un valor clave para el desarrollo organizacional.

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